Se están produciendo cambios en el distrito; por un lado, Lindsay ha sido trasladado a Nueva York y por otro, el departamento de policía de Chicago está siendo investigado por sus diversos casos de corrupción.
Tras la explosión de una furgoneta durante un festival de música, Frank Toma, un agente de policía musulmán, desaparece, lo que lo convierte en el principal sospechoso del atentado.
Cuando una joven hispana es asesinada brutalmente, todo indica que la muchacha podría estar trabajando para una banda de narcotraficantes. Sin embargo, los agentes descubren que el crimen podría tener otros motivos.
Mientras investigan a Marshall Carter, un narcotraficante, los policías descubren una trama relacionada con la adopción de niños procedentes de otros países, que luego son vendidos.
Una familia con una vida aparentemente tranquila es asesinada en su hogar. Los agentes sospechan que un traficante de drogas podría estar relacionado con los crímenes.
Los agentes tratan de encontrar a un niño secuestrado en el marco de una serie de raptos de menores. La investigación conduce a la policía hasta un ex militar.
El congresista Scott Graynor, amigo de Voight, es hallado inconsciente en la habitación de un hotel junto al cadáver de una joven ucraniana. El asesinato parece estar relacionado con una estafa.
La muerte de una joven, hija del juez Tommy Wells, lleva a los agentes a investigar una trama de venta de píldoras en los barrios residenciales de Chicago, detrás de la cual se encuentra un médico.
Halstead se ve implicado en un homicidio relacionado con el tráfico de drogas, lo que le obliga a elegir entre su lealtad al departamento y a Camila, su novia.